La hora de las mujeres en los gremios empresariales: reflexiones, desafíos y aprendizajes

En el salón principal de la casona de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), en el que sesiona habitualmente su comité ejecutivo y que está decorado con los retratos de los hombres que han liderado la multigremial, se realizó hace unos días el Primer Encuentro de Mujeres Líderes de Gremios. La cita reunió a 17 dirigentas gremiales, quienes hablaron sobre la participación en los espacios de organización empresarial y los desafíos que aún existen para incentivar su presencia en el mercado laboral.

El encuentro, que convocó a diversas representantes empresariales, comenzó con presentaciones en la que cada una contó brevemente su trayectoria profesional. “Se dan cuenta que todas, además de decir nuestra trayectoria laboral, mencionamos a nuestras familias. Eso ya nos distingue bastante, porque yo no me imagino esto en una reunión de hombres”, destacó la vicepresidenta de la CPC y anfitriona del evento, Susana Jiménez.

La reunión, que se extendió por poco más de hora y media, se dividió en dos grandes temas de conversación: las dificultades y oportunidades con que se encontraron las participantes en su carrera empresarial y gremial para llegar al cargo de liderazgo que ocupan; y el planteamiento de propuestas que ayudarían a avanzar en las brechas de género.

Katia Trusich, Susana Jiménez y Victoria Vásquez.

Obstáculos en la carrera

En la primera parte de la conversación, un tema que fue planteado por más de una participante fue la relevancia de contar con una familia que motive e impulse el desarrollo profesional de las mujeres en el círculo de la casa, del día a día, sin hacer distinción con los hombres.

Aquí, tanto Helen Kouyoumdjian, presidenta ejecutiva de Fedetur, como Vivian Modak, directora de la Cámara Chilena de la Construcción (CchC), enfatizaron la relevancia de los estímulos desde la primera infancia. “Mi padre me motivaba a seguir avanzando, a seguir estudiando, sin diferencias”, relató Kouyoumdjian.

El comentario fue replicado por varias de las presentes, quienes mencionaron que -en ocasiones- se transmiten sesgos en la educación que terminan complicando el desarrollo profesional de las mujeres o, bien, limitándolo a solo unas áreas.

Paulina Yazigi, Asociación de AFP, y Lucía Martínez, Cámara de la Industria Cosmética.

Otro ámbito que declararon las participantes como clave en su desarrollo profesional-gremial, fue la importancia de “creerse el cuento”.

“Los hombres, de una lista de 10 requisitos, con cinco ya están ok, nosotras con nueve no lo hacemos”, ejemplificaba Lucía Martínez, presidenta ejecutiva de la Cámara de la Industria Cosmética.

Si bien a nivel general las dirigentas gremiales coincidieron en que los tiempos han cambiado y que hay barreras que han ido desapareciendo, hubo acuerdo en que persisten algunos temas: brechas salariales y de desarrollo, discriminación, “mijiteo” y acoso, entre otros.

“Aún persiste el “mijita venga” y eso es una barrera y más abajo de las organizaciones es fuertísimo”, ejemplificó Carolina Cruz, directora de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA). Y agregó: “Si queremos ser representantes de las mujeres que no tienen voz o queremos motivar a otras, tenemos que trabajar en eso y en promover el respeto”.

Su punto fue tomado por sus contertulias.

Macarena Cepeda, presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros, añadió al debate otro aspecto, la dificultad que representa la persistencia de ámbitos muy masculinizados. “Los hombres tienen que aprender que los espacios son compartidos”, recalcó.

Su visión tuvo eco en la consejera de la Sofofa, Macarena Swett, quien planteó que el reto no es la participación de mujeres en el mundo laboral, sino que más bien el desarrollo de carrera. “El desafío está en la segunda línea. Mujeres en directorios, en las gerencias, ahí está el tema”, agregó.

“A nivel de gremios como de empresas, tenemos el desafío de seguir avanzando en equipos directivos más equilibrados”.
Susana Jimenez, vicepresidenta CPC.

“El desafío está en la segunda línea. Mujeres en directorios, en las gerencias, ahí está el tema”.
Macarena Swett, consejera sofofa.

“La familia y la educación es un tremendo apoyo. Pero también tenemos que aprender a decir no y a decir lo que sentimos y pensamos en voz alta”.
Victoria vásquez, vicepresidenta sofofa.

“Hay políticas públicas que pueden impulsar la inserción laboral de la mujer, como la sala cuna universal (...) otro gran tema es la corresponsabilidad”
Catalina Mertz, Presidenta Asociación de Supermercados.

“Tenemos que creernos el cuento. Los hombres, de una lista de 10 requisitos, con cinco ya están ok, nosotras con nueve no lo hacemos”.

Lucía Martínez, presidenta ejecutiva de la Cámara de la Industria Cosmética.

“En mi familia siempre me dijeron que el catálogo era el universo, así que a lo que yo quisiera podía llegar”.

Vivian Modak, Directora CChC.

La tarea pendiente

Ya en el terreno de las políticas públicas o medidas que se podrían impulsar para incentivar la participación femenina, las ideas propuestas fueron varias: corresponsabilidad, flexibilidad laboral y sala cuna, entre otras.

Loreto Seguel, presidenta del Consejo del Salmón, destacó la relevancia de articular redes. “Hay que visibilizar lo que estamos haciendo y no atomizar. Debemos ser capaces de armar entramados y mostrar que no estamos solas peleando en los directorios. Cuando somos varias, vas identificando que hay puntos en común”, dijo.

La importancia de que al interior de las empresas se impulsen medidas de corresponsabilidad fue otro punto en común. Aquí, el llamado fue a no mirar distinto al colega del trabajo que se ausenta para asistir a una reunión escolar o para llevar a los niños al médico.

“Aquí los gremios tenemos un rol clave en cómo buscar mejores políticas empresariales para ir avanzando en esto, para que se avance en corresponsabilidad”, dijo Mariela Formas, vicepresidenta de la Cámara de Innovación Farmacéutica.

Katia Trusich, presidenta de la Cámara de Centros Comerciales, habló de la necesidad de que los gremios y sus empresas asociadas tomen el desafío de incorporar mujeres “a través de una cuota autoimpuesta y autorregulada” dependiendo de la realidad de cada sector productivo. “Eso sería un cambio tremendo para salir de esta discusión”, expuso.

Su punto fue respaldado por algunas de las presentes, quienes también plantearon la necesidad de avanzar en la preparación de las dirigentas empresariales. “Los gremios tenemos el deber de preocuparnos de los futuros empresarios. Tenemos que trabajar en la preparación de las empresarias”, dijo Jacqueline Gálvez, vicepresidenta CChC.

Otro ámbito destacado en la conversación fue la urgencia de avanzar en el debate sobre sala cuna universal y formalidad laboral.

“Es un desafìo de todos los gremios hacernos cargo de la formalidad laboral, porque eso se cruza con todo”, mencionó Paulina Yazigi, presidenta de la Asociación de AFP.